Arabia Saudí ha alcanzado recientemente un hito sombrío: en 2024 se han ejecutado 198 personas, la cifra más alta en más de tres décadas. Este aumento de las ejecuciones pone de relieve el uso intensificado de la pena capital por parte del reino.
Contexto global
Según Amnistía Internacional, en 2023 Arabia Saudí ocupó el tercer puesto en cuanto a ejecuciones a nivel mundial, solo por detrás de China e Irán. El aumento de las ejecuciones (que superan los máximos anteriores de 196 en 2022 y 192 en 1995) subraya una tendencia preocupante en la estrategia de la monarquía del Golfo para el mantenimiento del orden público.
Implicaciones para los derechos humanos
El aumento de las ejecuciones plantea importantes preocupaciones en materia de derechos humanos. La documentación que Amnistía Internacional lleva realizando desde 1990 pone de relieve la necesidad de que la aplicación de la pena capital en Arabia Saudí sea objeto de un escrutinio internacional. Los críticos sostienen que el sistema de justicia carece de transparencia y equidad, lo que a menudo conduce a ejecuciones por motivos políticos.
Conclusión
Las implicaciones finales de estas estadísticas revelan una necesidad apremiante de diálogo sobre las prácticas de derechos humanos en Arabia Saudí. Mientras el reino sigue ejecutando a personas a un ritmo alarmante, la comunidad internacional debe ahondar en las motivaciones y consecuencias de esas políticas.