Cada año, innumerables viajeros planean con entusiasmo su escapada ideal. Las preferencias de destino de vacaciones de cada persona difieren. Algunos pueden decidir ir a un hotel o destino de vacaciones de primera categoría, otros pueden residir para experimentar el lujo de los cruceros o simplemente relajarse en un spa. Sin embargo, existe un riesgo para la salud que acecha en estos destinos vacacionales, que es la enfermedad del legionario, causada por la bacteria Legionella.
Para muchos, la idea de enfermarse durante las vacaciones parece una posibilidad lejana, pero la enfermedad del legionario ha demostrado ser una amenaza que puede convertir su escapada relajante en una crisis de salud. En los EE. UU., Europa y Australia, afecta aproximadamente a 10-15 personas por millón cada año. Esta enfermedad a menudo se contrae al respirar pequeñas gotitas de fuentes como jacuzzis, duchas y similares. Una vez que eso sucede, dificulta la respiración a medida que la bacteria se multiplica en el cuerpo, causando inflamación y pulmones llenos de pus o líquido. Sin embargo, veamos formas de tratar y prevenir la enfermedad del legionario.
Tratamiento de la enfermedad del legionario
En primer lugar, si empiezas a tener síntomas de la enfermedad del legionario, debes acudir al médico de inmediato antes de que empeoren. Esta infección puede empeorar rápidamente y el tratamiento temprano es el secreto para una recuperación rápida.
Dado que la enfermedad del legionario es causada por bacterias, los médicos utilizan antibióticos para combatir la infección. Existen antibióticos comunes como la azitromicina o la levofloxacina, que se sabe que funcionan bien contra esta bacteria específica. El período de tratamiento suele ser de 1 a 2 semanas, aunque puede ser más largo según la gravedad de la infección.
Muchos pacientes pueden necesitar cuidados paliativos, como la administración de oxígeno para ayudarlos a respirar mejor. También se les pueden administrar antifebriles, analgésicos y líquidos para mantener el cuerpo hidratado. Si la infección es grave, es posible que el paciente deba permanecer en el hospital para una vigilancia estrecha.
Prevención de la enfermedad del legionario
Medidas de salud pública
En primer lugar, es necesario desinfectar periódicamente los grandes sistemas de agua, como los de los edificios, hoteles y cruceros, ya que la desinfección periódica puede matar la bacteria Legionella y evitar que se propague. El agua se puede desinfectar con productos químicos como el cloro, que ayudarán a detener el crecimiento y la propagación de las bacterias.
También es necesario realizar un mantenimiento del sistema de agua, lo que incluye la limpieza y el lavado de tuberías, jacuzzis, torres de refrigeración y otras fuentes de agua en las que pueda crecer la Legionella. A continuación, se deben realizar pruebas de rutina de la calidad del agua. Esto ayudará a detectar la bacteria Legionella de forma temprana y se utilizará un tratamiento rápido para detener la propagación de la bacteria y reducir las posibilidades de que las personas se enfermen.
Precauciones individuales
Si bien el público tiene un papel importante que desempeñar en la prevención de la enfermedad del legionario para que las personas no tengan que lidiar con ella en primer lugar, es su deber protegerse de las enfermedades tanto como sea posible.
Si sabe que una fuente de agua puede estar en riesgo de contaminación, es mejor que la evite. Manténgase alejado de esas fuentes de agua para reducir el riesgo de respirar las gotitas de agua contaminada.
Lavarse las manos con frecuencia, especialmente después de tocar una superficie pública o usar los baños públicos, ayudará a eliminar cualquier bacteria potencial. Además, debe practicar una dieta equilibrada y dormir lo suficiente. Estos hábitos le ayudarán a tener un sistema inmunológico fuerte que podrá combatir las infecciones, incluidas las causadas por la bacteria Legionella.
Conclusión
Cada año, la enfermedad del legionario afecta a entre 10 y 25 personas por millón en los EE. UU., Europa y Australia. Sus síntomas pueden agravarse rápidamente, lo que significa que una vez que la contraiga, debe consultar a un médico de inmediato. Para evitar que la bacteria Legionella se propague en los sistemas de agua, debe desinfectarlos, practicar una buena higiene, comer bien y evitar los lugares con sistemas de agua sucios.