Donald J. Trump hizo el improbable regreso a la Casa Blanca, superando a la vicepresidenta Kamala Harris y convirtiéndose en el primer presidente desde 1892 en recuperar el cargo después de una derrota. Su victoria llegó después de una campaña agotadora y divisiva que galvanizó a su base con promesas de reactivación económica y políticas firmes sobre inmigración.
Trump triunfó en estados cruciales como Pensilvania, Georgia y Wisconsin al reintroducir su movimiento “Make America Great Again” (Hagamos a Estados Unidos grande otra vez). Su campaña, alimentada por críticas a las “élites” de Washington y una retórica incendiaria, resonó en el electorado que clamaba por un enfoque externo para abordar los problemas de la nación.
Donald J. Trump hizo el improbable regreso a la Casa Blanca, superando a la vicepresidenta Kamala Harris y convirtiéndose en el primer presidente desde 1892 en recuperar el cargo después de una derrota. Su victoria llegó después de una campaña agotadora y divisiva que galvanizó a su base con promesas de reactivación económica y políticas firmes sobre inmigración.
Trump triunfó en estados cruciales como Pensilvania, Georgia y Wisconsin al reintroducir su movimiento “Make America Great Again” (Hagamos a Estados Unidos grande otra vez). Su campaña, alimentada por críticas a las “élites” de Washington y una retórica incendiaria, resonó en el electorado que clamaba por un enfoque externo para abordar los problemas de la nación.