En uno de los acontecimientos más extraños desde la última contienda presidencial estadounidense, el magnate tecnológico Elon Musk se unió a una llamada de felicitación entre el presidente electo Donald Trump y el presidente ucraniano Volodymyr Zelensky. Las fuentes dijeron que Trump, con Musk en Mar-a-Lago, tomó la llamada en altavoz para que Zelensky pudiera agradecerle personalmente a Musk por proporcionar acceso a Internet Starlink a Ucrania en su lucha contra Rusia.
La llamada de siete minutos fue breve, sin discusión de políticas, pero subrayó el enorme papel que Musk ha desempeñado en la defensa de Ucrania. Su servicio Starlink, financiado inicialmente por SpaceX, mantuvo a las fuerzas ucranianas conectadas en las líneas del frente mientras la lucha interrumpía las redes de comunicación. Más tarde, Musk se quejó del alto costo de Starlink y el acceso limitado en los dos territorios de Crimea y Donbas. Aún así, el Pentágono se hizo cargo de la financiación para mantener el sistema en funcionamiento para Ucrania.
Sin embargo, el papel de Musk en las relaciones entre Ucrania y Rusia no ha estado exento de controversias. Una biografía reciente reveló que en 2022, Musk cerró Starlink en Crimea. La razón fue supuestamente su creencia de que un ataque ucraniano allí podría incitar una respuesta nuclear de Rusia. Sus interacciones, aparentemente francas, con el presidente ruso, Vladimir Putin, también han levantado banderas rojas sobre las relaciones exteriores de Musk con los funcionarios estadounidenses.
Con Trump a punto de asumir el cargo, la presencia de Musk en la llamada implica un papel asesor en la administración sobre cuestiones internacionales, otra capa de intriga sobre el papel ya complejo de Musk en la política y la tecnología globales.