El déficit presupuestario de Nigeria es mayor de lo esperado y alcanzará el 7,6% del producto económico total (PIB) del país en agosto de 2024. Esta cifra es superior al 3,8% planificado para el año, lo que genera preocupación entre los miembros del Comité de Política Monetaria (MPC) del Banco Central de Nigeria (CBN) por la creciente diferencia entre el dinero que entra y el que sale.
La Asamblea Nacional aprobó un presupuesto de 28,7 billones de naira para 2024, con el objetivo de recaudar 19,5 billones de naira en ingresos. Este plan daría lugar a un déficit presupuestario de 9,1 billones de naira, lo que supone aproximadamente el 3,8% del PIB del país. Sin embargo, a mediados de 2024, la recaudación de ingresos estaba muy por debajo del objetivo, alcanzando solo el 37,9% de lo previsto. Este déficit se debió principalmente a unos ingresos inferiores a los esperados del Comité de Asignación de Cuentas de la Federación (FAAC).
Las limitadas fuentes de ingresos de Nigeria son la principal razón de su pobre desempeño financiero. En junio, el déficit fiscal ya estaba en el 91,94% del objetivo para todo el año. El gobierno gasta la mayor parte de su dinero en gastos ordinarios, especialmente en el pago de la deuda, mientras que el gasto en proyectos de capital se queda atrás. Este desequilibrio muestra la necesidad de destinar más recursos a proyectos de capital que puedan conducir a un crecimiento económico a largo plazo.