¿Sabes lo particulares que son los escultores con su trabajo? Hay escultores que podrían dar vida a sus estatuas, pero eso solo puede suceder si cada parte está hecha a la perfección. Si falta algo, la estatua no podría cobrar vida (no literalmente, por supuesto). De manera similar, en la anencefalia, debido a que el cerebro y el cráneo no se formaron completamente durante el embarazo, el bebé no puede sobrevivir.
La anencefalia es un defecto congénito que hace que el bebé nazca sin partes importantes del cerebro, el cráneo y el cuero cabelludo. Esta afección suele ocurrir al principio del embarazo cuando el tubo neural, que crece dentro del cerebro y la médula espinal, no se cierra como debería. La anencefalia se produce por no tener suficiente ácido fólico en el cuerpo durante el embarazo. Además de eso, la genética y algunos factores ambientales pueden hacer que la afección sea más probable. Desafortunadamente, los bebés con anencefalia no sobreviven. Por eso, veremos cómo diagnosticar esta afección de manera temprana y cómo prevenirla.
Diagnóstico y detección prenatal
Existen diferentes pruebas que utilizan los médicos para comprobar si un bebé tiene anencefalia. El primer método principal es la ecografía prenatal. La ecografía es una prueba segura que utiliza ondas sonoras para crear imágenes del bebé dentro del útero. Durante la exploración, los médicos observarán de cerca el cerebro y el cráneo del bebé. Si faltan partes del cerebro o del cráneo o no se están formando correctamente, esto podría significar que el bebé tiene anencefalia. Esta prueba se realiza en el segundo trimestre, que es alrededor de las 18-20 semanas.
Un segundo método es la detección del suero materno. Para esta prueba, se toma un simple análisis de sangre de la madre. Esto verifica si hay sustancias químicas en la sangre, como la alfa-fetoproteína (AFP). Si el nivel de AFP es muy alto, podría significar que hay un problema con el cerebro o la columna vertebral del bebé. Sin embargo, esta prueba no confirma la afección. Básicamente, les da a los médicos una razón para realizar pruebas más detalladas.
A continuación se realiza la amniocentesis y la toma de muestra de vellosidades coriónicas (CVS). Estas son pruebas más avanzadas que permiten al médico dar un diagnóstico claro. Para la amniocentesis, se toma una pequeña cantidad del líquido que rodea al bebé (líquido amniótico) con una aguja para líquidos. Este líquido se analiza para detectar problemas genéticos o cualquier signo de defectos del tubo neural como la anencefalia.
Por otro lado, la muestra de vellosidades coriónicas (CVS, por sus siglas en inglés) toma una pequeña muestra de tejido de la placenta. De esa manera, el médico puede usar la muestra de tejido para detectar problemas genéticos. Ambas pruebas son invasivas, lo que significa que implican entrar en el útero, lo que conlleva un pequeño riesgo de complicaciones. Es por eso que estas pruebas solo se realizan si es necesario para un diagnóstico claro.
Manejo y tratamiento de la anencefalia
Esta afección es altamente mortal, pero existen formas de controlar la afección y brindar apoyo tanto al bebé como a los padres.
Cuidados paliativos
Dado que los bebés con anencefalia generalmente no viven mucho tiempo después del nacimiento, los médicos se concentran en hacer que el bebé esté lo más cómodo posible. Los médicos reducen el dolor y se aseguran de que el bebé esté cálido y seguro.
Si el bebé siente algún dolor, los médicos le dan medicamentos para ayudar a reducirlo. Se aseguran de que el bebé no contraiga infecciones, que podrían ser más dañinas para él. El objetivo de esto es mantener al bebé seguro y cómodo durante su corta vida.
Consideraciones éticas
Cuando un bebé tiene anencefalia, los padres a menudo tienen que tomar decisiones difíciles sobre cómo cuidarlo. Se trata principalmente de decidir cuánto tratamiento médico seguir y cuándo dejar que su bebé muera en paz. Estas decisiones son muy difíciles, pero son parte del proceso.
Los padres que enfrentan los desafíos de tener un bebé con anencefalia, o perder a su bebé debido a la anencefalia, pueden beneficiarse mucho de la terapia y el apoyo. Hablar con un profesional puede no ser algo que ambos padres deseen después de su pérdida, pero con el tiempo considerar esto como una de sus estrategias de afrontamiento puede serles muy útil.
Hablar con un profesional puede ayudar a los padres a comprender la afección, lidiar con sus emociones y tomar decisiones que les parezcan correctas.
Prevención y salud pública
Para ser sinceros, no hay forma de prevenir todos los casos de anencefalia, pero hay medidas que las mujeres pueden tomar para reducir las probabilidades de padecer este defecto congénito.
Suplementos de ácido fólico: el ácido fólico es un tipo de vitamina que ayuda a prevenir problemas en el cerebro y la columna vertebral durante el embarazo. Las mujeres que planean quedarse embarazadas deben tomar de 400 a 800 microgramos de ácido fólico todos los días. Puede comenzar al menos un mes antes de quedar embarazada y continuar durante el primer trimestre del embarazo. Este es el momento en el que se está desarrollando el tubo neural, por lo que necesita tener suficiente ácido fólico en el cuerpo para ayudar a que el tubo neural se cierre correctamente.
Campañas: los programas de salud pública, como los programas educativos, ayudan a difundir los beneficios del ácido fólico y la atención prenatal temprana. Los programas de salud pública ayudan a enseñar a las mujeres sobre la importancia de tomar ácido fólico antes y durante el embarazo y cómo afecta el desarrollo de un bebé sano. Además, las mujeres deben tener acceso a la atención prenatal al principio del embarazo. Las visitas regulares al médico permiten realizar controles de salud tanto a la madre como al bebé. Esto permite al médico identificar problemas de forma temprana y brindar a las familias el apoyo que necesitan para tomar decisiones informadas sobre su embarazo.
Conclusión
La anencefalia se produce cuando el tubo neural, que forma el cerebro y la columna vertebral, no se cierra correctamente al principio del embarazo. Puede deberse a una falta de ácido fólico, problemas genéticos o ciertos factores ambientales. Lamentablemente, los bebés con anencefalia no suelen sobrevivir mucho tiempo después del nacimiento.
Los médicos pueden averiguar si un bebé tiene anencefalia realizando pruebas como ecografías, análisis de sangre y otros procedimientos más avanzados. No existe cura para la anencefalia, pero los médicos pueden hacer que el bebé esté lo más cómodo posible al administrarle analgésicos y prevenir infecciones. No hay forma de prevenir todos los casos, pero tomar
