Seamos realistas: cuando las personas escuchan la palabra menopausia prematura, especialmente las pacientes recién diagnosticadas que nunca pensaron que esa sería su realidad, no comienzan a pensar de inmediato en las hormonas o los cambios en el estilo de vida como un posible tratamiento. Creo que la mayoría está preocupada por una cosa: “¿Puedo seguir teniendo hijos?”.
Es una gran preocupación y tiene sentido por qué. Porque no se trata solo de la salud, también se trata de un futuro que pueden haber imaginado para sí mismas. Si bien la condición de la menopausia prematura puede sonar abrumadora para muchas personas, especialmente las mujeres que buscan tener hijos propios, no cierra automáticamente la puerta a tener hijos. Este artículo mostrará qué otras opciones tienen las mujeres cuando se trata de la infertilidad causada por la menopausia prematura.
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Donación de óvulos
La donación de óvulos es probablemente una de las formas más comunes en que las mujeres con esta afección pueden seguir teniendo hijos. El proceso de donación de óvulos implica que una mujer que aún puede producir óvulos sanos, conocida como donante, entregue sus óvulos y estos se fecundan con el esperma de la pareja de la mujer o con el esperma de un donante. La fertilización in vitro, o FIV, es el método que se utiliza para hacerlo, en el que el esperma y el óvulo se encuentran fuera del cuerpo.
El óvulo fecundado, conocido como embrión, se inserta luego en el útero de la mujer, donde puede crecer y convertirse en un embarazo si todo sale según lo previsto.
El hecho de que el niño no comparta ningún vínculo biológico con la madre que está gestando el embarazo es un inconveniente de la donación de óvulos. Recuerde que la donación de óvulos implica combinar el esperma de un donante o de la pareja de la mujer con los óvulos de un donante sano. Esto puede ser algo difícil de pensar para algunas mujeres, especialmente si siempre han querido tener un hijo biológico. Siempre puede generar la sensación de no ser la “verdadera mamá” porque no existe un vínculo genético. Sin embargo, lo más importante es que ser mamá no se trata solo de vínculos genéticos. Se trata del amor, el cuidado y el vínculo que creas con el niño.
Terapia hormonal antes de la FIV
Incluso si una mujer no puede producir sus propios óvulos, la terapia hormonal puede ayudar a preparar su cuerpo para el embarazo. La terapia de reemplazo hormonal, o TRH, básicamente engrosa el revestimiento del útero, que es necesario para retener un embrión fertilizado. Entonces, aunque el óvulo de la mujer no pueda participar en el embarazo, su cuerpo al menos puede soportar el embarazo.
Congelación de óvulos o embriones antes de la menopausia. Para las mujeres que saben que corren el riesgo de sufrir una menopausia prematura, ya sea porque su madre la atravesó o su abuela la atravesó a una edad temprana, o porque han recibido tratamientos contra el cáncer como la quimioterapia, una opción es congelar óvulos o embriones antes de que llegue la menopausia. De esa manera, aún pueden tener la oportunidad de usar esos óvulos o embriones cuando estén listas para tener un bebé. Incluso después de la menopausia, aún pueden usar terapia hormonal para preparar su cuerpo para poder llevar ese embarazo.
Adopción o gestación subrogada
A veces, las mujeres con menopausia prematura pueden decidir que la donación de óvulos u otros métodos no son adecuados para ellas, lo cual es bastante comprensible. En cambio, pueden optar por el camino de la adopción o la gestación subrogada.
La adopción les permite convertirse en padres de un niño que no dieron a luz, y la gestación subrogada es cuando otra mujer que es la madre sustituta lleva el embarazo por ellas. El uso de la gestación subrogada significa que el embrión aún puede provenir de los padres previstos, dependiendo de si utilizan un óvulo o esperma de donante.
Conclusión
Por lo tanto, incluso si la menopausia temprana puede hacer que quedarse embarazada por su cuenta sea complicado, aún existen varias formas en que las mujeres pueden tener hijos. Todas estas opciones conllevan sus propios desafíos y es importante consultar con expertos en reproducción para obtener ayuda, pero sí demuestran que el sueño de tener bebés no tiene por qué terminar con la menopausia.
