El viernes, un fiscal penal de Ecuador fue asesinado por agresores armados junto con su escolta policial, en el último incidente de violencia que sacude a la nación sudamericana.
La Fiscalía General de la República anunció la muerte de Marcelo Vásconez y su guardia en una publicación en las redes sociales, y agregó que los fiscales y la policía estaban peinando un área afuera de su oficina en la ciudad costera de Manta, ubicada a unos 200 kilómetros (124 millas) al noroeste de la ciudad más grande del país, Guayaquil.
Además, una publicación separada que confirma las muertes de Vasconez y su escolta policial dice que se ha desplegado a la policía nacional para llevar a los responsables ante la justicia.
El fiscal formaba parte de la unidad contra el crimen organizado transnacional de la Procuraduría General de la República, según los medios locales, y su aparente asesinato lo ha convertido en el noveno fiscal local asesinado desde 2019.
Los asesinatos selectivos coinciden con el crecimiento de los poderosos grupos del crimen organizado del país, a los que el presidente Daniel Noboa ha tratado de enfrentar mediante una mayor aplicación de la ley, medidas propuestas para combatir el crimen y edictos de emergencia desde el año pasado.