El número de muertos en los disturbios posteriores a las elecciones en Mozambique ha aumentado a alrededor de 150, con al menos 121 muertes reportadas desde el lunes, según la organización de la sociedad civil Plataforma Decide.
Los disturbios estallaron después de que el Consejo Constitucional confirmara a Daniel Chapo, el candidato del Frente de Liberación de Mozambique (FRELIMO), el partido que ha estado en el poder durante 49 años, como ganador de la presidencia con el 65 por ciento de los votos. El líder de la oposición Venâncio Mondlane, quien supuestamente obtuvo el 24 por ciento de los votos, rechazó los resultados, alegando manipulación generalizada y fraude.
El papel de la oposición en el fomento de la violencia
El rechazo de Mondlane al resultado de las elecciones ha contribuido significativamente a la escalada de tensiones. El líder de la oposición, que desde entonces ha huido del país, instó a sus partidarios a organizar protestas contra lo que describió como una “votación amañada”. Durante el fin de semana, Mondlane advirtió sobre la posibilidad de un “nuevo levantamiento popular” si no se revocaban los resultados de las elecciones, lo que avivaría aún más el malestar.
Los disturbios han tenido consecuencias letales, y hay informes de enfrentamientos generalizados entre las fuerzas de seguridad y los manifestantes. El jefe de policía Bernardino Rafael reveló que más de 1.500 presos aprovecharon el caos para escapar de la prisión. Los enfrentamientos dejaron 33 reclusos muertos y 15 heridos, lo que pone de relieve la creciente inestabilidad provocada por los llamamientos de la oposición a la resistencia.
Aumento de la violencia política
Las acciones de la oposición han provocado una ola de violencia que ha huido de Mozambique a un estado de crisis. La retórica incendiaria de Mondlane en las redes sociales ha movilizado a sus partidarios, intensificando los disturbios. Aunque ha huido del país, sus mensajes siguen exacerbando las tensiones, llevando al país al caos.