La tragedia se produjo cerca de Gusau, la capital del estado de Zamfara, cuando unos bandidos atacaron varias comunidades de Wanke y secuestraron a unos 100 residentes, entre ellos un imán jefe. Según las fuentes, se trata de la segunda vez que un imán es secuestrado en la zona.
Un superviviente contó al servicio hausa de la BBC que las comunidades siguen asediadas y que los residentes huyen para escapar de nuevos ataques.
El superviviente explicó que en la zona cercana a Sabon Layi se llevaron a más de 50 personas, mientras que otras 50 fueron secuestradas cerca de Dogon Hayi. Todavía se está contando el número de personas desaparecidas, ya que muchos lugareños aterrorizados huyeron en busca de seguridad.
Al describir el ataque, dijo que los bandidos persiguieron a la gente como animales, una imagen profundamente perturbadora ya que los residentes se vieron obligados a abandonar sus hogares. Los atacantes, montados en motocicletas, persiguieron a las mujeres hasta sus casas, secuestrándolas, mientras que otros que intentaban escapar fueron interceptados y llevados al bosque.
“Atacaron las comunidades de Gira, Ruwa Kusa, Dogon Hayi y Gidan Kado, robando motocicletas, productos agrícolas y teléfonos móviles. Entraron en las tiendas y se llevaron provisiones”, reveló la fuente.
También se informó de que los funcionarios locales de Wanke fueron informados del incidente, sin embargo, hasta ahora no ha habido respuesta de la unidad. Los esfuerzos por obtener una declaración de la policía fueron infructuosos, y tanto el gobierno estatal como la policía aún no han respondido a la calamidad.