Todos tenemos nuestras listas de reproducción favoritas y a la mayoría de nosotros nos encanta escuchar nuestras canciones favoritas a todo volumen. Probablemente conozcas el dicho que dice “todo en exceso puede ser malo”. Esto es especialmente cierto cuando se trata de escuchar música a todo volumen. Subir el volumen de los auriculares o los altavoces pensando que no hará daño es un error común que pone a más de mil millones de jóvenes en riesgo de sufrir pérdida auditiva.
Estos hábitos de escucha inseguros, como escuchar música a todo volumen con auriculares o asistir a conciertos ruidosos, se están convirtiendo en una grave amenaza para la salud auditiva.
El caso en aumento
El problema es que los jóvenes están dañando principalmente su audición. Los estudios han demostrado que más de mil millones de personas están en riesgo debido a la música y los ruidos fuertes, la mayoría de ellos escuchando música a un volumen alto con auriculares o incluso yendo a conciertos y clubes ruidosos. El sonido de más de 85 decibeles (dB) puede comenzar a dañar su audición, y escuchar a un volumen alto durante demasiado tiempo puede provocar una pérdida auditiva permanente, como la pérdida auditiva inducida por ruido (NIHL).
Dentro del oído, hay pequeñas células ciliadas que ayudan a enviar señales de sonido al cerebro. Escuchar ruidos fuertes con el tiempo puede dañar o incluso destruir estas células.
Una vez que se dañan, no vuelven a crecer. Si continúa exponiendo sus oídos a sonidos fuertes, cada vez más de estas células ciliadas se dañan, lo que puede provocar problemas de audición.
¿Cuáles son los hábitos de escucha peligrosos?
Los hábitos de escucha peligrosos incluyen escuchar música alta con auriculares o ir a lugares ruidosos como conciertos, clubes o eventos.
Hábitos relacionados con los auriculares: escuchar música demasiado alta con auriculares durante mucho tiempo daña las células ciliadas del oído. Muchas personas no saben que los volúmenes altos pueden dañar permanentemente estas células. Un buen consejo para proteger el oído es la regla del 60-60. Mantenga el volumen a no más del 60 % del máximo y tome descansos cada 60 minutos.
Lugares ruidosos: lugares como conciertos, clubes y eventos ruidosos también pueden dañar su audición. El sonido en estos lugares es insoportablemente alto y puede dañar su oído si permanece allí. Para proteger su audición, vaya siempre a eventos como este con tapones para los oídos u otras protecciones auditivas. También puede salir a descansar de vez en cuando. De esa manera, reducirá el riesgo de pérdida auditiva a largo plazo.
Consecuencias de por vida
Los ruidos fuertes tienen dos consecuencias principales.
Pérdida de audición: esta afección puede hacer que la vida de una persona sea mucho más difícil. Puede hacer que se sienta aislada porque se vuelve difícil participar en conversaciones u otras actividades sociales. También puede dificultar el pensamiento claro o la memoria. Las personas con pérdida auditiva pueden tener dificultades en el trabajo o la escuela, ya que pueden perderse información importante, lo que hace que tengan un bajo rendimiento.
Tinnitus: El tinnitus es cuando escuchas zumbidos u otros sonidos en el oído, aunque no haya sonidos ni ruidos a tu alrededor. Esto suele deberse a canciones fuertes, como música reproducida a un volumen alto, o estar siempre en un evento ruidoso. Esta afección puede volverse muy molesta y también puede provocar estrés, ansiedad o incluso depresión.
En resumen
Escuchar música demasiado alta, ya sea a través de auriculares o en conciertos, pone a más de mil millones de jóvenes en riesgo de perder la audición para siempre. Cuando escuchas música alta o asistes a eventos ruidosos, puedes dañar las pequeñas células de tus oídos que te ayudan a oír. Esto puede provocar problemas de audición como pérdida de audición y zumbidos en los oídos (tinnitus). Para proteger tus oídos, intenta mantener el volumen al 60 % y haz descansos cada hora cuando uses auriculares. Si estás en un concierto o evento ruidoso, usa tapones para los oídos o haz pausas para reducir el riesgo de sufrir daños auditivos. Si estos malos hábitos persisten, pueden complicarte la vida al causar problemas de socialización, de memoria e incluso estrés.