El artista nigeriano Muyeez, cuyo verdadero nombre es Moshood Abdulmuiz, finalmente decidió romper su silencio y anunció que rescindiría su contrato con Dapper Music & Entertainment Limited. Parece que es otro día, otro artista que llama a la misma discográfica. Ayer fue Shallipopi, hoy es Muyeez. Y si hay algo que está claro, es que Dapper Music & Entertainment parece haber perfeccionado el arte de engordar sus bolsillos mientras agota a sus artistas.
En una publicación en Instagram, Muyeez dio una explicación, detallando cómo su sueño de triunfar en la industria de la música se convirtió en una pesadilla bajo la gestión de la discográfica. Según él, fue explotado, desatendido y, en última instancia, traicionado por aquellos en quienes confiaba. “Lo que debería haber sido un sueño hecho realidad se convirtió en una pesadilla”, compartió, enfatizando sus sentimientos de desilusión y decepción.
Muyeez afirma haber publicado tres EP en un solo mes, EP que encabezaron las listas de éxitos. A pesar del éxito, no recibió regalías por su trabajo. Ni un solo centavo. Describió cómo su arduo trabajo y su pasión fueron recibidos con indiferencia, lo que le hizo preguntarse si su voz realmente importaba. Imagínese poner todo ese esfuerzo y no recibir nada a cambio.
Para echar más sal a la herida, Muyeez afirmó que era menor de edad cuando firmó su contrato. Confió en Dapper Music para que lo guiara, solo para verse agobiado por demandas poco realistas y promesas incumplidas. Esto refleja las quejas de su colega artista Shallipopi, quien recientemente hizo pública su salida del mismo sello, citando mala gestión financiera, falta de transparencia y contratos abusivos.
A los artistas jóvenes se les alimenta con sueños de fama y fortuna, solo para ser explotados por los mismos sellos que deberían ayudarlos a crecer. Mi consejo sigue siendo el mismo: antes de firmar cualquier cosa, consiga un abogado.
Estas discográficas saben exactamente cómo atacar a los artistas que están desesperados por conseguir dinero y fama y, lamentablemente, muchos caen en la trampa. Así que, joven artista, escucha esto alto y claro: no dejes que te utilicen.