Un tribunal de primera instancia de Ado Ekiti ha decidido enviar a prisión preventiva al destacado abogado de derechos humanos Dele Farotimi, acusado de difamación contra el fundador de la Universidad Afe Babalola (ABUAD), Aare Afe Babalola. Farotimi, que no es ajeno a la polémica, fue acusado tras publicar un libro titulado Nigeria and its Criminal Justice System (Nigeria y su sistema de justicia penal), en el que afirmaba que Babalola había corrompido el poder judicial y manipulado las sentencias del Tribunal Supremo.
Farotimi se declaró inocente de los 16 cargos que se le imputaban. Su abogado, Dayo Akeredolu, argumentó que el caso podía ser objeto de fianza, sugiriendo que a Farotimi, una figura muy conocida, se le debería conceder la libertad bajo fianza en condiciones liberales, ya que no representaba ningún riesgo de fuga. Sin embargo, la policía no estuvo de acuerdo e insistió en que Farotimi fuera encarcelado para garantizar la seguridad nacional mientras continúan las investigaciones.
El magistrado Abayomi Adeosun, tras escuchar los argumentos, se puso del lado de la acusación y ordenó que Farotimi permaneciera en prisión, con una nueva audiencia programada para el 10 de diciembre.
Por un lado, se podría argumentar que Afe Babalola, una figura jurídica muy respetada, está utilizando su influencia para silenciar a un colega. No es difícil entender por qué se podría pensar que se trata simplemente de un juego de poder, una forma de que Babalola proteja su reputación y ejerza control sobre una figura conocida en la comunidad jurídica. Después de todo, las acusaciones de Farotimi son graves y el momento de esta acción parece un poco conveniente para alguien del nivel de Babalola.
Por otro lado, si las acusaciones de Farotimi son ciertas, y eso es un gran “si”, entonces tiene todo el derecho a denunciar lo que percibe como corrupción. Pero esto es lo que hay que saber: hay una delgada línea entre la libertad de expresión y la difamación. Si Babalola realmente cree que su reputación fue dañada injustamente, su recurso legal es válido. La libertad de expresión no es una ley que valga para todos, hay consecuencias cuando esas palabras van demasiado lejos.