El jefe de Estado de la República del Níger, el general Abdourahamane Tiani, ha acusado a Francia de apoyar financieramente a las autoridades nigerianas para establecer una base militar en el estado de Borno, alegando que esto forma parte de una estrategia más amplia para desestabilizar a Níger y sus vecinos. Esta afirmación, aunque atrevida, plantea serias dudas sobre su credibilidad y sus posibles implicaciones para la estabilidad regional.
Las acusaciones
Según Zagazola Makama, un experto en contraterrorismo centrado en la cuenca del lago Chad, Tiani hizo estas afirmaciones durante un discurso reciente. Acusó a Francia de inmiscuirse en África occidental colaborando con las autoridades nigerianas y grupos extremistas como ISWAP. En concreto, Tiani afirmó que:
Francia está proporcionando fondos a Nigeria para establecer una base en el estado de Borno.
Los terroristas reclutados por Francia y ISWAP están utilizando el bosque de Gaba en la frontera entre Níger y Nigeria como base para sus operaciones.
Altos funcionarios nigerianos, entre ellos Nuhu Ribadu y Ahmed Abubakar Rufa’i, fueron informados de una conspiración para desestabilizar a Níger, pero supuestamente no actuaron.
Una historia de acusaciones
Esta no es la primera vez que la administración de Tiani señala a Francia. Desde el golpe militar en Níger en julio de 2023, la junta ha acusado repetidamente a Francia de interferir en sus asuntos internos. Estas acusaciones coinciden con la narrativa de Tiani de incriminar a los actores externos, en particular a Francia, como la causa fundamental de la inestabilidad de Níger.
Aunque estas acusaciones pueden resonar en quienes consideran problemática la influencia poscolonial de Francia en África, carecen de pruebas sustanciales. El propio Makama señaló que las afirmaciones de Tiani parecen más especulativas que fácticas, lo que sugiere que pueden servir como retórica política en lugar de un reflejo de la realidad.
Los riesgos de las acusaciones infundadas
Si no se corroboran, las acusaciones de Tiani podrían tener consecuencias importantes. En primer lugar, corren el riesgo de tensar las relaciones diplomáticas de Níger con Nigeria, un socio regional crucial en la lucha contra el terrorismo y la insurgencia en el Sahel. Como señaló Makama, esas narrativas podrían aislar a Nigeria, socavando las iniciativas conjuntas para estabilizar la región.
Además, enmarcar a Nigeria como cómplice de una conspiración extranjera podría inflamar las tensiones entre las dos naciones y desviar la atención de las amenazas reales del extremismo y la inseguridad en la región. Esto beneficiaría directamente a grupos terroristas como ISWAP, que prosperan en entornos de desconfianza y desunión.
El papel de Francia en el Sahel: ¿problemático o tergiversado?
El papel de Francia en el Sahel ha sido polémico durante mucho tiempo. Los críticos sostienen que sus intervenciones militares y su continua influencia en la región reflejan ambiciones neocoloniales. Sin embargo, Francia también ha sido un actor importante en los esfuerzos antiterroristas, brindando apoyo militar a los países que luchan contra la insurgencia.
Las acusaciones de Tiani se suman al creciente escepticismo sobre las intenciones de Francia, pero la ausencia de pruebas concretas debilita su argumento. Sin pruebas, estas afirmaciones corren el riesgo de ser descartadas como propaganda destinada a consolidar el poder de la junta al fomentar el sentimiento antifrancés.
En resumen
Las acusaciones del general Tiani contra Francia y Nigeria ponen de relieve la dinámica compleja y a menudo tensa de la geopolítica de África occidental. Sin embargo, hacer acusaciones generales sin pruebas que lo sustenten corre el riesgo de alimentar la desconfianza y socavar la cooperación regional.
Si el Sahel ha de lograr la estabilidad, los líderes deben priorizar la transparencia y la colaboración por sobre la retórica divisiva. En una región que ya enfrenta el terrorismo, la insurgencia y desafíos económicos, la unidad no sólo es deseable, sino esencial.