Taiwán se ha paralizado mientras el tifón Kong-rey, la mayor tormenta que ha azotado la isla en casi tres décadas, hace sentir su violenta presencia. Las escuelas están cerradas, los mercados financieros están cerrados y 300 vuelos internacionales se han cancelado. Sin embargo, esto es lo que realmente llama la atención: la destrucción total. Con vientos que superan los 250 km/h (155 mph) y lluvias torrenciales, Kong-rey ha dejado sin electricidad a casi medio millón de hogares y ha dejado una estela de calles inundadas, ferrocarriles cerrados y una muerte reportada.
Mientras la tormenta azotaba la costa este de Taiwán, la mayor parte de la isla fue golpeada por incesantes lluvias y vientos. El montañoso condado de Taitung se llevó la peor parte, y los lugareños describieron la noche como una “pesadilla sin dormir”, preocupados de que sus casas no soportaran las fuertes ráfagas y la lluvia. Las ráfagas que superaron los 260 km/h (162 mph) incluso derribaron equipos meteorológicos en la isla Lanyu, donde las autoridades trabajaron para restablecer la energía a más de mil hogares.
Los equipos medioambientales están trabajando arduamente para evitar un derrame de petróleo de un buque de carga chino varado en la costa norte de Taiwán: una crisis dentro de una crisis. Mientras tanto, el presidente Lai Ching-te ha pedido a los residentes que se queden en casa y eviten las olas, una declaración que suena casi esperanzadora ante una tormenta tan poderosa.
Taiwan Semiconductor Manufacturing Co., un gigante tecnológico, aseguró con calma que sus instalaciones estaban listas para Kong-rey. “No esperamos un impacto significativo en nuestras operaciones”, dijeron, como si un tifón fuera solo un día más en la oficina.
Con advertencias de vientos de 160 km/h (100 mph), 36.000 tropas están en espera para misiones de rescate y 10.000 personas ya han sido evacuadas. En partes del este de Taiwán han caído más de un metro de lluvia. Es casi como si el tifón decidiera poner a prueba la resistencia de la isla una vez más.
El próximo en la lista es China, donde se espera que Kong-rey roce su costa cerca de la provincia de Fujian, y Shanghái se prepara para las peores lluvias en décadas. Si bien Taiwán no es ajeno a los tifones, Kong-rey parece decidido a ser recordado, dejando destrucción a su paso y una isla en modo de recuperación.