El Departamento de Justicia de Estados Unidos anunció el jueves que un gran jurado federal de Los Ángeles ha acusado de tortura a un ex funcionario del gobierno sirio que dirigió la prisión central de Damasco entre 2005 y 2008.
El funcionario en cuestión, Samir Ousman Alsheikh, de 72 años, había dirigido la prisión de Adra (su nombre coloquial) durante ese período, y se le acusa de haber ordenado a sus subordinados que infligieran graves dolores físicos y mentales, así como sufrimiento a los presos políticos y a los demás, según el departamento.
Según el departamento, las torturas severas tenían como objetivo disuadir a la oposición al régimen del derrocado presidente sirio Bashar al-Asaad, y añadieron que Alsheikh mintió posteriormente sobre sus crímenes para obtener una “tarjeta verde” estadounidense, o permiso de residencia.
Alsheikh, supuestamente, ocupaba cargos en la policía siria y en el aparato de seguridad del Estado, y estaba asociado al gobernante Partido Baaz sirio. Fue nombrado gobernador de la provincia de Deir Ez-Zour por Assad en 2011.
Una acusación formal sustitutiva que salió el jueves alegaba que Alsheikh emigró a los Estados Unidos en 2020 y solicitó la ciudadanía en 2023.
La acusación formal también reveló tres cargos de tortura y un cargo de conspiración para cometer torturas, además de cargos de fraude de visas e intento de fraude de naturalización que figuraban en una acusación inicial contra Alsheikh en agosto.
Los rebeldes sirios pusieron fin a más de 50 años de gobierno de la familia Assad durante el fin de semana tras un avance relámpago.
La guerra civil siria, que dura ya 13 años, mató a cientos de miles de personas, desató una crisis de refugiados, dejó el campo despoblado, las ciudades diezmadas y la economía siria aplastada por las sanciones globales.