Una de las muchas cosas buenas del cuerpo humano es la forma en que responde a las condiciones. Estas respuestas, que a menudo se presentan en forma de síntomas, delatan el hecho de que algo está sucediendo en el cuerpo. Una de las respuestas corporales comunes es la inflamación. Esto también ocurre con una afección de salud llamada glositis.
La glositis es la hinchazón o inflamación de la lengua como resultado de diferentes razones, lo que hace que la lengua se vea roja y brillante (lisa). Esta afección puede afectar a personas de cualquier edad o condición, pero hay algunas personas que son más propensas a desarrollar glositis. Analicemos el proceso, los tipos, los síntomas y las causas de la glositis.
La glositis suele comenzar con un desencadenante que afecta a las células o al tejido de la lengua. Cuando una infección, una lesión física, una reacción alérgica, una deficiencia o un producto dental alteran el estado normal de la lengua, pueden causar irritación o daño a las células de la superficie de la lengua. Una vez que se produce un daño o una irritación, el cuerpo responde con una inflamación para proteger la lengua y comenzar a sanar.
La inflamación es la forma habitual que tiene el cuerpo de enviar células inmunitarias a la zona para ayudar a eliminar las sustancias nocivas y reparar el daño. En el caso de la glosaritis, esta inflamación hace que los vasos sanguíneos de la lengua se ensanchen, lo que aumenta el flujo sanguíneo a la zona. Con el aumento del flujo sanguíneo, la lengua comienza a verse más roja de lo habitual y también puede hincharse. Por eso, una lengua inflamada suele verse roja y agrandada.
Este aumento del flujo sanguíneo hace que los glóbulos blancos luchen contra la infección si hay una causa bacteriana, vírica o fúngica. Si la glosaritis continúa, las pequeñas protuberancias de la lengua pueden comenzar a desaparecer. Esta pérdida de estas protuberancias hace que la lengua luzca más suave y provoca que la textura de la lengua cambie.