No hay nada mejor que disfrutar de tu comida favorita. Puede ser una pizza cursi o una bola de helado. Sin embargo, no todos tienen el lujo de disfrutar de los alimentos que les gusta. Para algunas personas, esos mismos alimentos que aman realmente los enferman, hinchados o incómodos después, lo que puede ser realmente molesto. Esta condición es lo que llamamos intolerancia alimentaria.
La intolerancia a los alimentos es cuando su cuerpo no puede digerir totalmente ciertos alimentos, lo que resta de la alegría de comer.
Sin embargo, la intolerancia alimentaria es totalmente diferente de las alergias alimentarias. Las alergias pueden ser graves e incluso peligrosas, pero la intolerancia alimentaria, por otro lado, no es potencialmente mortal, pero puede hacer que cada comida se sienta como un desafío.
El proceso de intolerancia alimentaria
La intolerancia a los alimentos ocurre generalmente porque a su cuerpo le faltan enzimas o productos químicos específicos que se necesitan para descomponer ciertos alimentos. Cuando come, su cuerpo usa enzimas para descomponer los alimentos en partes más pequeñas para que pueda absorber los nutrientes. En el caso de la lactosa, que es el azúcar en la leche, la enzima lactasa es lo que descompone la lactosa para que el cuerpo absorba los nutrientes.
Si su cuerpo no hace suficiente enzima específica como la lactasa, no puede digerir completamente esa comida. Este alimento no digerido se mueve a sus intestinos donde causa problemas. Las bacterias en su intestino intentan desglosarlo, lo que conduce a síntomas como gas, hinchazón y otros síntomas incómodos. Si está confundido sobre la diferencia entre la alergia alimentaria y la intolerancia a los alimentos, tenga en cuenta que las alergias alimentarias ocurren porque su sistema inmunitario ataca los alimentos.
Intolerancia alimentaria común
Intolerancia a la lactosa: la intolerancia a la lactosa ocurre porque el cuerpo no tiene suficiente lactasa, que es una enzima que descompone la lactosa. Como resultado, comer productos lácteos puede provocar hinchazón, diarrea y gas.
Intolerancia al gluten: una persona se vuelve intolerante al gluten cuando un trastorno autoinmune, como la enfermedad celíaca, daña el intestino delgado. Luego, para la sensibilidad al gluten no celíaca, causa síntomas como hinchazón, ansiedad y diarrea.
Intolerancia a la histamina: esto sucede cuando el cuerpo no puede descomponer la histamina, un compuesto en alimentos como queso envejecido y productos fermentados. Esto causa síntomas como dolor de cabeza, enjuague o erupción cutánea.
Malabsorción de fructosa: cuando el cuerpo no puede absorber la fructosa, que es un azúcar que se encuentra en las frutas, la miel y algunos edulcorantes, le hace experimentar hinchazón, dolor de estómago o diarrea.
¿Cómo saber si tiene intolerancia a la comida?
Esta es la pregunta más importante que se hace cada vez que surge el tema de la intolerancia alimentaria. Sin embargo, la idea es prestar atención a cómo reacciona su cuerpo después de comer ciertos alimentos. La intolerancia alimentaria tiene síntomas comunes como hinchazón, dolor de estómago, gas, diarrea o fatiga. Estos síntomas generalmente aparecen unas pocas horas después de comer los alimentos y también pueden ocurrir con más frecuencia si come grandes cantidades de esa comida en particular. Pero en algunos casos, se pueden hacer pruebas médicas como una prueba de intolerancia a la lactosa para confirmar si tiene o no esta intolerancia particular.
Final
En resumen, la intolerancia a los alimentos ocurre cuando su cuerpo carece de las enzimas necesarias para descomponer ciertos alimentos, como lácteos o gluten, y causa síntomas incómodos como hinchazón, gas y dolor de estómago. A diferencia de las alergias alimentarias, no es fatal, pero puede dificultar la comida. Si sospecha que puede ser intolerante, puede resolverlo observando cómo responde su cuerpo después de comer.