Nigeria, el llamado “gigante” de África, está en apuros debido a sus promesas incumplidas y a una economía en problemas. La crisis económica del país no es solo una cuestión de números; se trata de una nación al borde del abismo, que falla a sus regiones y a su gente de maneras que son decepcionantes para un país con tanto potencial.
Un panorama económico desequilibrado
La diferencia en la contribución de cada estado de Nigeria a la economía total del país es un gran problema. Muestra que durante muchos años, el gobierno se ha centrado en algunas áreas más que en otras y no ha administrado bien las cosas. El estado de Lagos, que es la zona económica más grande, contribuye aproximadamente con el 30% a la economía total de Nigeria. Esto se debe a que el gobierno allí ha permitido que las empresas crezcan, a pesar de que es un lugar muy concurrido y abarrotado. Es importante para todo el país porque tiene un gran puerto y es un importante centro de negocios.
Por otra parte, estados como Zamfara, Gombe y Yobe contribuyen muy poco a la economía, lo que hace que uno se pregunte si son siquiera parte del mismo país. Estos estados no sólo son pobres, sino que también carecen de las cosas básicas y de las buenas políticas que podrían ayudarlos a crecer. Esta situación se debe a la falta de atención del gobierno, influenciada por la política, y a la falta de planes claros para el futuro.
La adicción al petróleo y su maldición
El principal problema de la economía de Nigeria es su fuerte dependencia de los ingresos del petróleo. Los estados del delta del Níger, como Rivers y Akwa Ibom, desempeñan un papel importante en los ingresos del país debido a sus recursos petroleros. Sin embargo, estas áreas aún luchan contra la contaminación, la pobreza, la violencia y los efectos de muchos años de extracción de petróleo.
El gobierno federal toma los ingresos del petróleo y los comparte entre los estados utilizando un sistema que no es justo ni útil. ¿Por qué un estado como Kano, que tiene potencial para la agricultura y el comercio, debería seguir extrayendo recursos del país mientras que contribuye muy poco a los ingresos? ¿Por qué los estados productores de petróleo deben vivir con aguas contaminadas y tierras estériles, para luego enviar su riqueza a un gobierno central que la administra mal?
El norte de Nigeria: el elefante en la habitación
Los estados del norte, que constituyen la mayor parte del territorio de Nigeria, son en su mayoría pobres y están en dificultades. La agricultura, que debería ser su principal fuente de ingresos, se ha visto gravemente afectada por la violencia y la falta de inversiones. Estos estados contribuyen muy poco a la economía del país, lo que los convierte en una carga. No es justo culpar de sus problemas únicamente al conflicto en curso.
La realidad es que estos estados han sido ignorados durante muchos años. Sus líderes no han sabido aprovechar sus recursos naturales y humanos, y han optado en cambio por depender de las asignaciones federales como mendigos que esperan migajas.
El Cinturón Medio y su potencial sin explotar
El Cinturón Medio de Nigeria, que incluye estados como Benue, Plateau y Kogi, tiene un gran potencial para la agricultura y la minería. Sin embargo, sigue estando subdesarrollado, ignorado por las sucesivas administraciones que han priorizado los ingresos del petróleo por sobre la verdadera diversificación económica. Benue, conocida como la “canasta de alimentos de la nación”, tiene problemas para alimentar a su gente porque los agricultores no tienen herramientas sencillas, lugares para almacenar sus cosechas o formas de venderlas.
El gobierno nigeriano no ha hecho lo suficiente para ayudar a que todos sus estados crezcan por igual. Mantiene la mayor parte de los ingresos en un solo lugar, dejando que los estados se peleen por pequeñas cantidades. Esta forma de gestionar la economía no sólo es mala, sino perjudicial.