La estrategia financiera de Nigeria se encamina hacia un gran problema. Durante muchos años, la mala gestión, la falta de apertura y la falta de previsión han hecho que la economía del país sea muy inestable. Esto podría frenar cualquier progreso y causar más problemas a los nigerianos.
Durante demasiado tiempo, los líderes de Nigeria se han centrado en soluciones rápidas en lugar de planes a largo plazo. La dependencia excesiva de los ingresos del petróleo ha hecho que la economía sea impredecible y se vea fácilmente afectada por los cambios en los precios del petróleo en todo el mundo. Este ciclo de altibajos ha ralentizado el crecimiento económico, dejando a los nigerianos a merced de los mercados globales.
Las estimaciones de ingresos del gobierno suelen ser demasiado elevadas, con un enorme déficit del 35% en 2022. Esto tiene graves consecuencias para servicios importantes, proyectos de construcción y progreso económico. ¿Cómo podemos construir carreteras, escuelas y hospitales si ni siquiera podemos alcanzar nuestras metas de ingresos?
El sistema fiscal de Nigeria es realmente malo. Solo recaudamos el 6% de nuestros ingresos en impuestos, lo que es muy bajo en comparación con otros países. Los ricos encuentran formas de evitar pagar impuestos, mientras que las pequeñas empresas y los pobres tienen que pagar más. Esto hace que la diferencia entre ricos y pobres sea aún mayor, empobreciendo a más personas y causando injusticias.
Gastamos mucho dinero en cosas que realmente no necesitamos, y hay muchos engaños que nos quitan nuestro dinero. Recientemente, gastamos 1.500 millones de dólares en arreglar un edificio para nuestros líderes, lo que es un desperdicio de dinero. ¿No deberíamos gastar ese dinero en escuelas, hospitales y carreteras para nuestros niños?
Para evitar una gran crisis económica, Nigeria necesita tomar medidas enérgicas y completas para mejorar su situación. Esto significa hacer que nuestra economía sea más variada, arreglar nuestro sistema impositivo, ser cuidadosos con el dinero, invertir en las habilidades de las personas, luchar contra la corrupción, trabajar con las empresas y crecer en nuestra región.
Para que estos cambios se hagan realidad es necesario que la gente participe, que hable de políticas, que mejore en lo que hacemos y que trabaje con otros países. Todos debemos unirnos para pedir cambios, asegurarnos de que los líderes hagan su trabajo y apoyar la honestidad.
La economía de Nigeria está en un punto de inflexión. Tenemos que decidir si dejamos las cosas como están o hacemos grandes cambios.
Si no abordamos estos importantes problemas, los nigerianos seguirán enfrentándose a un crecimiento económico lento. El momento de cambiar es ahora.