Mientras Nigeria se acerca al borde de las protestas restaurativas, su futuro sigue siendo muy incierto. Las protestas planeadas para el 1 de octubre, denominadas #FearlessInOctober, sirven como recordatorio de los graves desafíos socioeconómicos que enfrenta la nación.
En un giro preocupante de los acontecimientos, las estadísticas disponibles revelan que 133 millones de personas viven en las dimensiones de la pobreza en Nigeria, casi reflejando el nivel de pobreza del 65 por ciento observado en el norte.
La economía de Nigeria es débil debido a factores como la depreciación del naira, el aumento de los costos de los alimentos y la energía y los altos niveles de desempleo. La eliminación de los subsidios a la gasolina en 2023 junto con las fusiones del tipo de cambio del naira arrojaron a siete millones más de personas por debajo de la línea de pobreza. Las frustraciones de la gente han aumentado con la inercia del gobierno.
Todavía resuenan los ecos de las protestas de agosto, y lo que queda de los nigerianos es el efecto posterior de un gobierno colapsado. Las tarifas aumentadas por el Banco Central siguen paralizando los mercados mientras que los precios de la gasolina siguen subiendo hasta las nubes.
La refinería de Dangote ha resultado ser un fantasma y las iniciativas de la NNPC han expuesto una enfermedad corruptora de favoritismo que se ha utilizado como arma contra el país.
Por otro lado, la tarifa eléctrica crea una jerarquía entre ricos y pobres y un buen número de personas no logra sobrevivir. Con la reapertura de las escuelas, los estudiantes quedan en el limbo debido a la inflación galopante que se experimenta con la llegada de las vacaciones y el aumento de los costos familiares y del combustible.
El hecho es que mañana también vendrá con un aumento, ya sea de la gasolina o del gas.
En una administración como esta, el futuro es demasiado seguro. Todos saben lo que depara el mañana: otro día de precios de la gasolina o del gas por las nubes.
Felicitaciones a nuestros líderes; merecen un sincero elogio por su notable logro en la perpetuación del sufrimiento. Sin embargo, los manifestantes marcharán de buena fe, instando a los líderes a priorizar las vidas humanas y establecer una estructura funcional para la supervivencia.
El papel de la comunidad internacional es muy importante. ¿Actuará sobre el gobierno de Nigeria y garantizará que se realicen las reformas necesarias o se quedará callada? Las organizaciones internacionales como la ONU, la UE y la UA tienen el deber de garantizar que los funcionarios de Nigeria rindan cuentas.
Nigeria se encuentra en una encrucijada y es necesario poner en marcha medidas firmes. Esto implica la reestructuración económica y el alivio del problema de la pobreza.
