Los problemas generalizados con las máquinas de votación en dos condados fuertemente republicanos de Pensilvania han suscitado inquietudes sobre la posible privación del derecho al voto de los votantes, lo que ha provocado confusión y largas colas el día de las elecciones.
Se espera que Pensilvania, un estado clave con la mayor cantidad de votos del colegio electoral entre esos estados, desempeñe un papel fundamental en la determinación del resultado de las elecciones. El martes, los votantes informaron de dificultades para escanear las papeletas en los condados de Cambria y Bedford, que apoyaron firmemente al expresidente Donald Trump en las elecciones anteriores, en las que Trump obtuvo el 68% de los votos en Cambria y el 83% en Bedford.
A pesar de estos problemas, las autoridades locales han intentado tranquilizar a los votantes de que se contarán todas las papeletas. El procurador del condado de Cambria, Ron Repak, abordó la situación en una declaración, diciendo: “Esto no debería disuadir a los votantes de votar en sus distritos electorales. La Junta ha presentado una orden judicial que amplía el tiempo para votar en el condado de Cambria”.
Nathan Anderson, un especialista en informática de Johnstown, la ciudad más grande de Cambria, contó una experiencia similar en su lugar de votación. Después de emitir su voto por Trump, un trabajador electoral colocó su papeleta en una urna para que la escanearan más tarde. Anderson admitió que tenía reservas y dijo: “Pude entregar mi papeleta, si se escanea o no, nunca lo sabré, para ser honesto”. Añadió que otros votantes también dejaron sus papeletas con los trabajadores electorales en lugar de esperar a que se arreglaran las máquinas.
Para abordar estos problemas, los funcionarios electorales presentaron la documentación de emergencia para ampliar el horario de votación en dos horas, lo que permitiría votar hasta las 10 p.m. El tribunal aprobó esta extensión, aunque las papeletas emitidas después de la fecha límite estándar de las 8 p.m. se tratarán como provisionales.
Los problemas en los condados de Cambria y Bedford han suscitado serias preocupaciones entre los republicanos, que reconocen el papel fundamental del estado en las elecciones. En 2020, Trump perdió Pensilvania por poco más de un punto porcentual. El condado de Cambria, ubicado a unas 65 millas al este de Pittsburgh, tiene una población de 131.000 habitantes, mientras que el vecino condado de Bedford tiene unos 47.000 residentes.
En previsión de posibles irregularidades, Trump y sus aliados han estado siguiendo de cerca la elección y están preparados para presentar demandas si surgen problemas. Los problemas con las máquinas de votación en estos condados podrían alimentar este tipo de impugnaciones legales, dada la importancia de Pensilvania en el resultado general de las elecciones.