México seguirá implementando medidas para evitar que los migrantes lleguen a su frontera norte con Estados Unidos, anunció el viernes el canciller mexicano, Juan Ramón de la Fuente. Esta declaración se produce a raíz de la victoria del presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, y su renovado compromiso de acabar con la inmigración ilegal.
Por qué es importante
La relación entre México y Estados Unidos es fundamental, y la seguridad fronteriza es un tema compartido y a menudo polémico. Con aproximadamente el 80% de las exportaciones mexicanas dirigidas a Estados Unidos, México depende en gran medida del mercado de su vecino del norte.
La propuesta de Trump de imponer un arancel del 25% a las exportaciones mexicanas si México no controla la migración y el tráfico de drogas añade urgencia a la situación. Una interrupción importante en el comercio podría afectar significativamente la economía de México, por lo que es crucial que el gobierno mexicano equilibre las demandas de Estados Unidos con sus propias políticas migratorias humanitarias.
Los esfuerzos de México para controlar la migración
Según de la Fuente, la estrategia migratoria de México ha sido eficaz, ya que ha reducido en un 76% el número de migrantes detenidos por las autoridades fronterizas de Estados Unidos desde diciembre. Esta estrategia incluye controles fronterizos mejorados y un programa para transportar a los migrantes no mexicanos más al sur, impidiéndoles avanzar hacia la frontera con Estados Unidos.
La presidenta Claudia Sheinbaum, en una reciente llamada con Trump, reafirmó el compromiso de México con el control fronterizo, pero indicó que se necesitarían más conversaciones. Describió su conversación con Trump como “cordial” y reiteró que el gobierno está abierto a la cooperación en cuestiones fronterizas.
Equilibrar el control migratorio y los objetivos humanitarios
Sheinbaum enfatizó que el enfoque de México hacia la migración se centra no solo en la contención, sino también en abordar las causas fundamentales de la migración. Destacó las iniciativas de México para ofrecer oportunidades de empleo a los migrantes que eligen permanecer en el país, en consonancia con sus objetivos humanitarios declarados de salvaguardar los derechos de los migrantes.
En resumen
México está comprometido a controlar la migración de una manera que satisfaga las demandas de Estados Unidos y al mismo tiempo respete sus propios estándares humanitarios. Ahora que las relaciones entre Estados Unidos y México entran en una nueva fase bajo la presidencia de Trump, México debe sortear la presión para restringir la migración sin sacrificar su compromiso con los derechos humanos y la estabilidad económica.