Miles de personas irrumpieron el lunes en el parlamento de Georgia en Tbilisi para protestar por la victoria del partido gobernante en unas elecciones plagadas de informes de irregularidades en la votación, lo que llevó a las potencias occidentales a pedir investigaciones.
Algunos de los manifestantes llevaban pancartas contra Rusia y decían que las elecciones parlamentarias eran una decisión crucial para el futuro del país. Por un lado, el partido Sueño Georgiano ha fortalecido sus vínculos con Rusia, mientras que la oposición dijo que estaba comprometida con acelerar la integración con Europa.
Aunque Georgia ha solicitado la adhesión a la UE, su condición de candidato sigue congelada debido a la legislación sobre agentes extranjeros.
Los manifestantes habían proyectado la palabra “robado” en la fachada de un edificio del parlamento de la era soviética en Tbilisi, la capital del país del Cáucaso Sur, pero en el momento de redactar este informe no se habían producido enfrentamientos entre ellos y la policía.
El Sueño Georgiano, el partido líder actual, llegó al poder en 2012, consiguiendo casi el 54% de los votos en las elecciones del sábado, según la comisión electoral.
Los cuatro principales partidos de la oposición que obtuvieron escaños en el parlamento han dicho que no reconocen los resultados y que rechazarán la cámara.
La presidenta Salomé Zourabichvili incluso había instado a los ciudadanos agraviados a salir a la calle después de que se anunciaran los resultados.
En sus palabras:
“Ustedes no perdieron las elecciones. Les robaron su voto y también intentaron robarles su futuro”.
Mientras tanto, los observadores de la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa han dicho que registraron incidentes de compra de votos, intimidación de votantes y manipulación de urnas que podrían haber influido en el resultado, pero no han dicho abiertamente que las elecciones hayan sido amañadas.
Tal como están las cosas, el resultado de las elecciones plantea un desafío a la ambición de la Unión Europea de expandirse incorporando más estados ex soviéticos.
La Unión Europea y la OTAN han pedido una investigación completa de lo que la alianza militar occidental ha llamado un “campo de juego desigual” en las elecciones.
Además, Estados Unidos ha estado en conversaciones con socios europeos sobre cuál sería el organismo apropiado para investigar los informes de violaciones electorales, según el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller.
Washington ha emitido sanciones y prohibiciones de visados contra funcionarios del partido gobernante y activistas de extrema derecha en Georgia, incluso antes de las elecciones, pero ha dicho que podría tomar medidas si el gobierno se niega a atender los llamados a “dar marcha atrás en sus acciones antidemocráticas y volver a su camino euroatlántico”, agregó Miller.
“No descartamos mayores consecuencias si la dirección del gobierno georgiano no cambia”, concluyó Miller, sin enumerar las posibles consecuencias.