Monday Okpebholo, el nuevo gobernador del estado de Edo, ha compartido su dramático camino hasta ganar el escaño de gobernador, describiéndolo como una “batalla espiritual” que libró con oraciones e intervención divina. Pero seamos realistas (somos nigerianos), el camino al poder político en Nigeria es todo menos sagrado. Es un juego sucio en el que todos los trucos del libro, desde la propaganda descarada hasta la manipulación directa de los votos, son válidos. Es divertido cómo Okpebholo ahora atribuye su victoria a Dios, eludiendo las evidentes maquinaciones políticas detrás de su éxito, especialmente la influencia de los agentes de poder como Adams Oshiomhole.
La afirmación de una elección “libre y justa” en Nigeria es, en el mejor de los casos, ridícula. ¿Cuándo fue la última vez que alguien creyó realmente en ese cuento de hadas?
En un comunicado difundido por su secretario de prensa en jefe, Fred Itua, Okpebholo atribuyó su victoria a “la gracia de Dios, las oraciones constantes y el apoyo del pueblo”, durante un servicio de Acción de Gracias celebrado en el estadio Samuel Ogbumudia de Benin City. El gobernador subió al escenario con un mensaje en el que instaba a los nigerianos a depositar su confianza en Dios, ignorando convenientemente las oscuras maniobras políticas que probablemente influyeron en su victoria.
Okpebholo narró una experiencia espiritual casi cinematográfica, afirmando que mientras sus oponentes estaban ocupados en la televisión y las redes sociales atacándolo, él estaba “escuchando la voz de Dios”. Según él, su fe y sus oraciones fueron suficientes para asegurar su victoria. Incluso describió haber encontrado un murciélago muerto en su cama después de la elección, interpretando esto como una señal divina de la intervención de Dios.
Declaró con orgullo que no buscó la ayuda de médicos nativos, profetas o adivinos durante su campaña, presentándose como un modelo de virtud en el juego sucio de la política nigeriana.
Esta declaración puede tener como objetivo impulsar su imagen pública como un hombre de fe, pero hace poco para abordar las acusaciones de influencia política de Oshiomhole.
En el servicio de Acción de Gracias, un desfile de figuras políticas, artistas musicales y clérigos estuvieron presentes, mostrando un espectáculo de unidad y celebración. La muestra de apoyo no fue sorprendente, dado que Okpebholo, representante del Congreso de Todos los Progresistas (APC), fue declarado ganador de las elecciones para gobernador del 21 de septiembre, con 291.667 votos. Su principal rival, Asue Ighodalo, del Partido Democrático del Pueblo (PDP), se acercó con 247.274 votos, mientras que Olumide Akpata, del Partido Laborista (LP), quedó muy por detrás con sólo 22.763 votos.