Miles de personas en todo el mundo padecen el síndrome compartimental, una afección que puede provocar daños en los nervios y daños musculares irreversibles. Esta afección se produce cuando se acumula una presión excesiva en un grupo de músculos del cuerpo, lo que interrumpe el flujo sanguíneo y afecta a los tejidos sanos del interior.
El síndrome compartimental es más común en deportistas, pacientes con traumatismos y personas que realizan actividades físicas intensas. Veamos los pasos para el diagnóstico y el tratamiento del síndrome compartimental.
Pasos para el diagnóstico
El primer paso para determinar si una persona tiene síndrome compartimental es observar los síndromes. El médico le preguntará si siente dolor, entumecimiento o dificultad para mover la zona lesionada. También le preguntará si ha tenido un accidente antes, una lesión o si ha hecho algún tipo de ejercicio intenso.
Además, el médico comprobará si hay hinchazón, palidez o si la zona está tirante. La siguiente pista importante es un dolor extremo, especialmente si duele al estirar los músculos. En el siguiente paso, los médicos utilizarán una pequeña aguja o tubo para medir la presión dentro del músculo. Este procedimiento les indicará si la presión es demasiado alta o demasiado baja.
Si la presión es inferior a 10 mmHg o superior a 30 mmHg, es necesario un tratamiento rápido. Además, las pruebas como las radiografías o las resonancias magnéticas no se utilizan con frecuencia, pero pueden ayudar al médico a descartar otros problemas, como huesos rotos o coágulos de sangre, como causa del dolor intenso y otros síntomas que enfrenta.
Tratamiento del síndrome compartimental
El tratamiento del síndrome compartimental depende de su gravedad. Puede ser repentino y grave o crónico. Existen diferentes opciones de tratamiento para estos tipos de síndrome compartimental.
Fasciotomía
Cuando la afección es aguda (repentina y grave), requiere una cirugía de emergencia. Durante esta cirugía, el médico realiza un corte profundo en la piel y la fascia, la capa resistente que cubre los músculos. Este corte alivia la presión dentro del compartimento, lo que permite que la sangre vuelva a fluir libremente.
Además, el corte permanecerá abierto durante un par de días para permitir que baje la hinchazón. Durante este tiempo, el médico observará la herida para detectar cualquier signo de infección. Una vez que la hinchazón esté bajo control, el médico cerrará la piel con puntos de sutura o un injerto de piel. El síndrome compartimental agudo necesita una cirugía de emergencia porque cualquier pérdida de tiempo provocará que los nervios se dañen por completo y, en casos graves, puede ser necesaria la amputación.
Síndrome compartimental crónico
En los casos crónicos, los síntomas parecen desarrollarse lentamente con el tiempo, a menudo debido a la actividad física repetitiva, como correr o levantar objetos pesados. Como este tipo de síndrome compartimental tarda en manifestarse, el enfoque terapéutico es menos urgente y no quirúrgico. Los tratamientos quirúrgicos solo se realizan cuando los métodos no quirúrgicos no funcionan.