El presidente Bola Tinubu insta a todas las facciones en pugna dentro del Congreso de Todos los Progresistas (APC) en el estado de Oyo a que dejen de lado sus rencores y se unan en preparación para las elecciones de 2027. En su intervención en la primera edición de la serie anual de conferencias Lam Adesina en Ibadan, el tema fue “Mejorar la gobernanza de Nigeria: lecciones del pasado, estrategias para el futuro”. Tinubu, representado por el ministro de Energía, Bayo Adelabu, no perdió tiempo en abordar las luchas políticas internas que plagan al APC en Oyo, sugiriendo que las disputas internas del partido están dando una ventaja al gobernante Partido Democrático Popular (PDP). Expresó su decepción, subrayando que la ausencia del estado de Oyo del “red progresista” en futuras elecciones sería inaceptable.
Tinubu mencionó al difunto Lam Adesina, el exgobernador conocido por su dedicación a la democracia y el buen gobierno, y aprovechó la tribuna para convocar a los miembros de su partido, instándolos a recordar el legado de valentía y servicio de Adesina. Señaló que el compromiso de Adesina con la democracia lo convirtió en una figura respetada en la historia de Nigeria, y pintó la imagen de un líder ideal que anteponía el interés público al beneficio personal. El difunto Adesina, señaló Tinubu, fue un feroz defensor de la democracia durante una época en la que el régimen militar tenía a Nigeria bajo control. Este llamado a la nostalgia y a los valores compartidos parece un intento estratégico de Tinubu de motivar a los leales a su partido a la acción, utilizando el recuerdo de un líder respetado para reavivar la unidad de la que alguna vez disfrutó el APC.
Tinubu declaró abiertamente que el estado de Oyo debe volver al “red progresista” en 2027. Según él, este regreso no se trata solo de ganar una elección; se trata de restaurar los ideales de gobernanza que, según él, han sido erosionados por el PDP. Describió la importancia política del estado, indicando que Oyo es un campo de batalla crítico que debería ser liderado por progresistas que compartan su visión para Nigeria. Pero la verdadera pregunta es si su llamado a la unidad resonará entre los miembros del APC, muchos de los cuales se han enredado en amargas rivalidades y luchas de poder que han debilitado la postura del partido en la región. ¿Qué partido es inocente de esto de todos modos, el PDP o el LP?
Mientras tanto, Opeyemi Bamidele, líder del Senado y conferenciante invitado en el evento, enfatizó la necesidad de que Nigeria redescubra su sistema de valores. Representado por el senador Shuaib Salisu, Bamidele argumentó que una sociedad anclada en los valores morales, la disciplina y la responsabilidad es clave para frenar los problemas desenfrenados de corrupción y codicia. Instó a la élite política y a los ciudadanos a adoptar una cultura de integridad y responsabilidad, sugiriendo que este cambio podría allanar el camino hacia un futuro mejor.
El evento contó con un desfile de íconos políticos (o como quiera llamarlos) que destacó su importancia. Entre los asistentes se encontraban los exgobernadores del estado de Ekiti, Adeniyi Adebayo y Kayode Fayemi, junto con el exlíder del Senado Teslim Folarin, y varias figuras notables dentro del APC. Fue una demostración de fuerza destinada a señalar la unidad, pero el mensaje subyacente parecía claro: el APC todavía está luchando con la desunión interna que podría poner en peligro sus posibilidades en las próximas elecciones. El difunto Lam Adesina, que falleció en 2012, fue recordado como un defensor acérrimo de la democracia, un columnista respetado y un educador que luchó incansablemente por el regreso de Nigeria a un gobierno civil. Su legado fue utilizado como un grito de guerra para que los miembros del APC se alinearan con su visión de gobierno, una que prioriza el servicio público sobre la ambición personal.