El Ministerio de Asuntos Exteriores ha confirmado que el ataque con un vehículo ocurrido el día de Año Nuevo en Nueva Orleans se ha cobrado la vida de al menos 14 personas, entre ellas un ciudadano británico.
La Policía Metropolitana identificó a Edward Pettifer, de 31 años y oriundo de Chelsea, Londres, como una de las víctimas. Su familia lo describió como un “maravilloso hijo, hermano, nieto, sobrino y amigo de muchos”.
El desafortunado incidente ocurrió cuando un hombre que conducía una camioneta arrolló a la multitud en Bourbon Street, una zona popular del Barrio Francés de la ciudad. El atacante fue posteriormente abatido a tiros por la policía.
El forense de Nueva Orleans informó que la causa preliminar de la muerte de Pettifer fue “heridas por objetos contundentes”. Mientras tanto, su familia expresó su devastación diciendo: “Estamos destrozados por la trágica noticia de la muerte de Ed. Era un hijo, hermano, nieto, sobrino y amigo amado. Lo extrañaremos terriblemente. Nuestros pensamientos están con las otras familias afectadas por este terrible ataque. Pedimos privacidad para lamentar nuestra pérdida”.
El Ministerio de Relaciones Exteriores y Desarrollo de la Commonwealth ha prometido apoyo a la familia de Pettifer durante este momento difícil.
Algunas de las otras víctimas del accidente fueron un conocido jugador de fútbol americano universitario, una aspirante a enfermera y una madre de un niño de cuatro años. Sus identidades fueron reveladas por sus familias antes de que se completaran los exámenes oficiales post mortem.
Se cree que el atacante, identificado como Shamsud-Din Jabbar, un veterano del ejército estadounidense y residente de Texas de 42 años, actuó solo en lo que el FBI describió como un “acto premeditado y malvado”. Después de atravesar a la multitud, Jabbar salió del vehículo y disparó un arma antes de ser asesinado por la policía. Se encontró una bandera del grupo Estado Islámico dentro del camión y se descubrieron dos artefactos explosivos improvisados cerca.
El ataque dejó alrededor de 39 personas heridas, algunas de las cuales aún reciben tratamiento en la UCI. La calle Bourbon fue reabierta al público el jueves por la mañana, justo a tiempo para el Sugar Bowl, un esperado partido de fútbol americano universitario entre Notre Dame y la Universidad de Georgia, que atrae a miles de asistentes.