La superestrella del fútbol Victor Osimhen iluminó Olusosun, Lagos, cuando regresó a casa para celebrar la Navidad con las personas que le han mostrado su cariño desde sus humildes comienzos. El delantero del Galatasaray no solo apareció, sino que hizo que las calles se llenaran de vida, riendo, contando historias y difundiendo vibraciones festivas como un verdadero hombre del pueblo.
A pesar de su fama mundial, Osimhen ha mantenido los pies en la tierra; su visita no fue un simple gesto de vacaciones, sino una declaración de lealtad a sus raíces. Apenas unos meses después de celebrar su premio al Mejor Jugador de África con la misma comunidad, está de vuelta, demostrando que ningún reconocimiento internacional puede sacarlo del corazón de Lagos.
Los videos de él relacionándose con los lugareños, abrazando a viejos amigos y provocando sonrisas en rostros familiares se han vuelto virales, mostrando al mundo cómo es la verdadera grandeza: mantenerse conectado con el lugar donde todo comenzó.